lunes, 29 de octubre de 2012

Y así fue como empezó todo, con un cielo azul con nubes 
de finales de enero y la necesidad de encontrar a esa 
persona. Todo comenzó de casualidad como quien dice, con 
esas malditas cuatro palabras resonando en mi cabeza: 'Te 
quiero para mi.' mientras veíamos cómo el frío se iba 
agudizando. Saludamos el verde de las hojas con 
demasiadas sonrisas y despedimos a la lluvia y al viento sin 
preocupación alguna. Todo fue cuestión de varios 
momentos, momentos que se convertían en tardes enteras, 
que terminaron en incluso días.
Y hoy estoy aquí. 
Disfrutando todavía de ti, de tu personalidad, de tus 
anécdotas ya vividas...
Disfrutando de las tardes a tu lado, de tus besos, tus 
caricias, de tus te quiero.
Esos que me susurras al oído mientras me apartas el pelo 
de la cara, esos que seguidamente me abrazas como si así 
te aseguraras de que nunca nos vamos a separar.

Esos, que como tu ya sabes, a mí me encanta que me 
digas.

Igual que muchas más cosas de ti.

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